¡ DESDE LA BARANDILLA!

En este segundo partido se disfrutaron vuestras risas de principio a fin, se escucharon vuestras palabras de ánimo, se vieron vuestros gestos de complicidad  y se notó vuestra ilusión. Desde la barandilla del campo se percibe un equipo que hace de la alegría su forma de jugar. Si hay nervios los disfrazais de sonrisas. Y contagiais. Desde la barandilla del campo os agradezco cada esfuerzo. Si yo fuese una de vosotras me sentiría muy orgullosa. Haced, por favor, de cada partido un bello juego donde ganar o perder no sea lo más importante. Vuestras risas lo engrandecen todo. Eso sí es importante.

 

Podeis ver el video con más calidad en: https://vimeo.com/75722286

FANTASTIC GIRLS

Hoy un grupo de chicas hicieron historia al formar el primer equipo de fútbol femenino del club Atlético dos Castros. Llenas de ilusión y nervios salieron al campo para demostrarnos que ellas también saben jugar al fútbol. El campo de la Torre fue el soleado escenario donde emocionaron a las personas que allí estuvimos, no solo por su dignísimo juego sino por su alegría, su entrega y su esfuerzo. Como espectadora y madre de dos de las jugadoras os doy las gracias. Espero que este video sea, también para vosotras, un bonito recuerdo de este día. Con todo mi respeto y cariño. Para todas y cada una de vosotras.

Podeis ver el video con más calidad en: https://vimeo.com/74574045

MOMENTOS INOLVIDABLES

Un segundo puesto en el Torneo Ciudad Jardín no es un primer puesto pero sí una victoria. Quizás ganar no solo sea quedar el mejor clasificado sino también saber perder. La derrota, en el momento mal recibida, es un paso gigante para progresar, siempre hacia adelante.

La afición del Club estuvo, como siempre, animándoles desde el principio hasta el final del partido. Sus cánticos y sus palabras de ánimo se escucharon durante todo el encuentro. Algún jugador pudo llegar a oír también los ánimos de un público muy especial. ¿Para qué sirve la imaginación?

Para llegar aquí fue fundamental la participación de jugadores que normalmente no juegan con este equipo o que hoy no pudieron estar en él. También gracias a ellos conseguir el segundo puesto entre los ocho equipos participantes no está nada mal. El gris del cielo pintó todo el escenario.

Unos y otros supieron llegar hasta aquí, hasta ese punto donde el participar y el triunfar se hacen sinónimos. Cosas inexplicables, momentos inolvidables...forman parte  de este juego que tanto les apasiona.

Al final el trofeo plateado o dorado no es una copa más o menos grande para guardar en una vitrina. El premio a un trabajo continuo, a un esfuerzo colectivo y a una ilusión sin límites es el agradecimiento sincero de una afición entregada a estos niños.

Otra foto triunfal para el recuerdo. Tal vez este partido para ellos ya es pasado. Su presente está lleno solamente de alegría y de buenos amigos.

JUGANDO BAJO LA LLUVIA de Club Atlético dos Castros

El día comenzó regalándonos ilusiones de un sol huidizo mientras las nubes, cargadas y fanfarronas, adquirían protagonismo según avanzaban las horas. Así de caprichoso es el tiempo. La lluvia quiso cedernos el rato de la comida sin su presencia, mas, a la hora de los postres, las primeras gotas salpicaban ya los manteles del restaurante montado al aire libre. Bajo los rayos de sol o las gotas de lluvia vuestros hijos siguen formando un gran equipo.

Y como gran equipo  hicieron entrega a sus entrenadores de un gran paraguas para evitarles catarros que a ciertas edades...Hermoso regalo. Y ya véis, con el balón en las manos. ¿No es eso pasión?

Detrás de vuestros hijos, y a su lado, un grupo humano también muy importante: entrenadores, cuerpo técnico y una estupenda afición. Va por todos vosotros.

También en esta ocasión los protagonistas de esta fiesta recibieron esos trofeos que los acreditan, una vez más, como grandes pequeños futbolistas. Esos a los que las mamás decís: "corre, corre que llegas", cuando ahora está demostrado empirícamente que no es fácil llegar, a veces, ni correr.

El buen tiempo no quiso acompañarnos este domingo. Él se lo perdió. Tampoco quiso ser testigo de la gran cantidad de personas que forman, que formáis este club. Quizás se haya arrepentido de no estar presente cuando posasteis así de felizmente mojados, para el recuerdo.

CON VUESTRO PERMISO...VA POR TÍ, AYOZE

 Hoy más que nunca los alegres seguidores de este club desearon mandarle todo su apoyo a un equipo que en esta fase de clasificación contó con la presencia del jugador que faltaba para tener, por fin, el equipo completo, insustituible Ayoze.

 Desde el principio la alegría de la afición fue equiparable a la de todos los miembros del equipo. Volvían a estar juntos. Bajo la lluvia sus sonrisas iluminaban el campo.

Desde el banquillo o el terreno de juego la felicidad de estos niños era tan visible, tan sincera que no hubo llovizna capaz de quitarle intensidad. Hay momentos de dicha tan perfectos...

 Celebrar cada gol, ese gol que mete uno de ellos en nombre de todos, te hace levantar los brazos a un cielo que te deja espacio para llegar muy alto.
 

 El siete es tu número como tuya es la cualidad de defender aquello que te pertenece, lo que tu mirada alcanza esperando lo que los demás ojos no alcanzan a ver. El transcurrir del tiempo te hará un buen regalo.

 Sean rianxeiras o melodías canarias siempre escucharás, a través de las notas la voz de tus amigos. No hay distancia suficientemente grande capaz de hacer olvidar a quienes se quiere tanto.

 Andarás caminos conocidos que te llevarán, deprisa o más despacio, allí donde el azul del cielo azul te provoque la risa. Y no correrás solo. Todos estamos contigo.

 La Vida te pone medallas para que sepas que eres un campeón. Ese trocito de metal dorado te hermana con aquellos que, como tú, hacen del juego con un balón una gran familia.

Esta es tu copa, vuestra copa, la que recogiste una tarde de junio para celebrar no solamente una victoria sino el reencuentro con tu equipo, con tu afición.

Esta bandera del Club Atlético Los Castros es la bandera de quienes luchan y se entregan para disfrutar de un deporte que les hace grandes, que te hace grande Ayoze.

Estás aquí, rodeado de personas que te quieren y que te llevan en sus corazones. Eres azul y blanco, como día de verano. No dejes nunca de sonreír. Va por tí, Ayoze.

YA ESTÁN TODOS LOS QUE SON... POR AHORA

Un equipo se hace grande con el trabajo y la colaboración de todos sus integrantes pues cada uno de ellos aporta su grano de arena para crear entre todos una gran playa a la que todos sus visitantes otorgamos la bandera azul, esa que solamente se merecen los grandes arenales.

Da igual que haya días donde la lluvia, el viento o el frío puedan remover las arenillas, el paisaje del que disfrutamos sigue siendo igual de hermoso. El color del cielo siempre reflejará el tono del mar:el azul que atraviesa las camisetas de este equipo.

Al final del día, soleado o tormentoso, las estrellas volverán a iluminar el tiempo y el espacio. Es ahí cuando la naturaleza descansa y se recupera para afrontar un nuevo amanecer.

NO ESTÁN TODOS LOS QUE SON, SÍ SON TODOS LOS QUE ESTÁN

Este bebé es, con el permiso de todos los padres, el seguidor más tierno de todos los que disfrutamos apoyando a este equipo. Teniendo inconscientemente la sabiduría que la vida le concede no sabe todavía que su casi estrenada energía vital se suma a la que tienen los jugadores que defienden, con orgullo, el nombre del club que da color a su pequeña camiseta. Junto a él todos y cada uno de los componentes de este grupo se divierten jugando para regalar alegría a todos los que están a su alrededor.

No hay mayor acto de generosidad que dar todo lo que uno tiene. Ofrecer en cada momento lo mejor de ellos los hace grandes. En cada partido lo pretenden y en cada partido lo consiguen.

No debe resultar sencillo salir a un campo, donde aguarda un público expectante e ilusionado, con el objetivo final de una victoria. Esa intuida responsabilidad a veces pesa tanto que la pelota parece estar hecha de hierro. Desde las gradas no se aprecia. Sus corazones son sensibles más allá de la lógica.

Son tan sensibles que, solo con recibir la mirada de sus padres, se sienten los niños más felices del mundo. Entonces los miedos se van porque saben que solamente los valientes pueden sentirlo. Esa mirada los protege como armadura de acero. Dentro de ella se encuentran seguros.

Quizás, cuando el tiempo del partido llega a su fin y los abrazos relajan su tensión, respiren más tranquilos para dejar que el aire, que ya no está frío, les llene nuevamente de esa fuerza que los hace invencibles. Para todos nosotros.

Es maravilloso recordar lo que los diez años te regalan: todo lo bueno para ser vivido, infinitas posibilidades de felicidad, risas incalculables y muchos juguetes. Ahí es nada. ¡Muchas felicidades Sergio!

A través de sus ojos se nos aparece su universo hecho de sueños, de agradables sorpresas, de bonitos partidos, de meriendas festivas,  de torneos que se juegan para seguir jugando y de días de ensueño.

Con el pelo aún mojado y el pasado pasado seguro que esperan que les llegue el momento de comenzar de nuevo. El cansancio voló como vuelan las nubes, como vuela nuestro tiempo, no el suyo. Sus relojes no tienen agujas. Siempre es la hora para ellos. Ahora.

Abandonan el campo después de haber dejado su fuerza en cada pase, en cada tiro. En todo lo que hacen depositan su alma, su buena voluntad. Cuelan el balón y la imaginación en cada red que trapasan partido tras partido.

Y sonríen tanto...

A SU ALTURA

 
 

Esta tarde el gris de las nubes coloreó el partido de fútbol. No llovió pero las miradas de los jugadores no dejaron de mirar a un cielo en busca de un balón que parecía preferir jugar con el aire a no tocar el césped. A ratos lucía el sol y entonces ráfagas de tranquilidad paraban la pelota para darle la oportunidad de dejarse llevar dócilmente por unos pies inquietos e incansables. Desde abajo las jugadas se veían sin dueño, a merced de un viento que siempre sopla fuerte. Pasaba el tiempo y no pasaba. Y el balón, juguetón, simplemente rozaba su escondite final.

Mas desde arriba, a su altura, el gris de las nubes se disfrazó de color. El viento sopló para empujar varias veces el balón al redil donde antes se negaba a entrar. Aquellos pies, inquietos e incansables, decidieron tomar aire para decidir por qué lugar debería entrar la pelota. El final de la tarde coloreó un partido travieso y revoltoso.

CON EL BALÓN CALLADO

En el fútbol, como en la vida, formar parte de un grupo en el que la colaboración, la unión y la comprensión son la base de un equipo hace que la meta no sea llegar el primero sino saber llegar con el orgullo de hacer bien las cosas.  Casi todo lo demás es fruto del azar o de decisiones equivocadas que pueden llegar a establecer el resultado. Todo lo que no depende de lo que cada uno hace no debe quitarle valor a un gran esfuerzo, una entrega absoluta y una meritoria capacidad para seguir siempre hacia adelante. En el juego de vuestros hijos no hay pasado ni miradas hacia atrás. Cada partido nace para convertir su pasión en esperanza, en un paso más que les lleve, sin duda, no solo a ser mejores jugadores sino a comprender que la aceptación de la realidad les hace más fuertes, más invulnerables. No importa encajar goles que, quizás, no se ajustan a la justicia. Lo importante es entender, como ellos entienden, que jugar al fútbol es una preciosa oportunidad para aprender, para saber escuchar, para comprender que, sentados, descansando y con el balón quieto, siguen jugando. Supongo que el resultado, ese que a veces no se corresponde con el que sube al marcador, es el de más valor para los padres de unos niños que nos enseñan en cada partido y sin palabras lo que es la generosidad personal, la confianza y el ESFUERZO. Así, con mayúsculas.